El sudor debe ser compensado con una buena cantidad de agua y evitar que en su cuerpo continúe elevándose la temperatura. Si realizas ejercicios al aire libre considera hidratarte constantemente porque si la sensación de calor en tu cuerpo llegara a elevarse demasiado los neuroreceptores que controlan la sed podrían detenerse y ello ocasionaría una deshidratación.
Ayúdate vistiendo prendas cómodas, las ropas apretadas o muy abrigadoras (licradas, accesorios de plástico) ocasionan que la transpiración no se produzca con naturalidad y en consecuencia la grasa no podrá eliminarse aún cuando te esfuerces en entrenar por varias horas.