La felicidad es algo inalcanzable para muchas personas pero lo es más para los animales, principalmente para aquellos que sufren cautiverio. El pasado sábado murió Kimba, el “león chapaco” que fue rescatado por la fundación Animal Defenders International (ADI) y que fue llevado a Denver Colorado para que habite en el “Santuario del Animal Salvaje”.
Normalmente, dos de cada diez leones machos llegan a adultos y sólo algunos de estos logran reinar sobre su manada hasta viejos. La vida de este símbolo viviente del poder, el triunfo y la gloria es alterna constantemente entre el descanso y la guerra. En las selvas, mientras conviven en manada, cada jornada es un llamado a matar o morir, atacando, o a sobrevivir, tras ser atacado.